6.1.11

La Estación Delicias de Zaragoza debe mejorar para tener sentido urbano

La estación intermodal de Delicias aspira a convertirse en un espacio cultural en Zaragoza, para lo que —dicen— se organizarán conciertos de pequeño formato y todo tipo de actos a partir de la próxima primavera. Así lo prevé ADIF, sociedad pública dependiente del Ministerio de Fomento, que ya ha iniciado los contactos con varias firmas especializadas en programación cultural y organización de eventos. La realidad es que la estación de Delicias presenta una imagen triste y desangelada que en nada tiene que ver con la inmensa obra arquitectónica que representa este espacio enorme pero muy mal aprovechado. Los viajeros deambulan, se esconden en las salas con calefacción en espera de su hora de salida, encerrados en pequeños espacios si tenemos en consideración la totalidad de la obra arquitectónica que permanece absurdamente fría y sin vida.
El objetivo final es revitalizar la explotación comercial de la Estación Delicias, que ha sufrido especialmente la crisis con el cierre de algunos establecimientos comerciales. A estas alturas, cuando ha pasado más de siete años de su puesta en servicio, la estación mantiene 10 de sus 26 locales vacíos y parte de los que están ocupados dependen de la Administración: Turismo de Zaragoza (Ayuntamiento), Turismo de Aragón (DGA), Policía Nacional y Renfe.
El proyecto de crear una gran galería comercial, que se llegó a lanzar en la feria nacional de turismo Fitur de 2008, se ha descartado. En la lista de actos cabe la organización de "conciertos no masivos" aprovechando los amplios espacios disponibles en los vestíbulos, exposiciones, entregas de premios o cenas, como se ha hecho en otros espacios públicos de Zaragoza (caso de la plaza de toros o del Pabellón Puente).