29.11.12

Finalmente Ibercaja absorbe a la CAI y Caja3

Hoy se ha conocido que Ibercaja se hace con todo el control de Caja3, en una operación de fusión por absorción y un canje de acciones entre entidades que reparte un valor del total entre un 87,5% para Ibercaja Banco y un 12,5% para Caja3. La nueva entidad se denominará Ibercaja Banco y tendrá su domicilio fiscal y social en Zaragoza, lo que sin duda es una buena noticias para Aragón. Esto supone que la entidad resultante seguirá dentro de Aragón, con más poder en nuestro territorio y manteniendo su Obra Social, aunque con graves recortes en toda la gran gestión que desde CAI se realizaba en Aragón y que iremos conociendo poco a poco en los próximos meses.

La mala noticia será conocer los despidos, las restructuraciones inevitables de oficinas, las ayudas que desde los Gobiernos de Madrid y Aragón se tendrán que hacer para que los activos enfermos sobre todo de Caja3 no lastren los resultados de viabilidad de la nueva entidad que surge de la suma de ambas.
La entidad resultante, según las cifras aportadas en marzo por Ibercaja y Caja3 en la presentación de su anterior acuerdo de fusión, tendría un volumen de negocio de 104.000 millones de euros, unos activos de 65.000 millones y unos fondos propios de 4.000 millones, una ratio de capital principal del 10,22%, 1.622 oficinas y 7.230 empleados.  Cifra que se tendrán que readaptar a las realidades de unos momentos críticos en procesos de optimización de recursos.

Los primeros bares y cafeterías en Zaragoza

En el año 1850 nuestra ciudad, Zaragoza, conocía el primer local de cafetería (ya hablaremos de ellos en otras entradas). Hace poco más de siglo y medio, que puede parecer mucho o muy poco, depende de cómo lo miremos, se creaba el primer local de café en Zaragoza, para sobre todo dar servicio tranquilo a los clientes que les permitía estar sentados y hablar con tranquilidad. Unas décadas antes había en Zaragoza unos locales que se conocían como botillerías en donde ya se vendía café de puchero y bebidas heladas en verano, ayudadas por hielo que se traía desde el Moncayo, Fuendetodos o desde La Muela, para refrescar las bebidas sobre todo en tiempos de calor.

Estas botillerías, precursores de las cafeterías y bares de Zaragoza se empezaron a montar con más o menos calidad de servicio en el siglo XVIII hasta que mediados el siglo XIX empezaron a desaparecer superadas por el servicio más limpio y de más calidad de los llamados “cafés” o cafeterías.

 En estas precursoras de los bares actuales, de los que se dice había 10 en la Zaragoza del siglo XIX, se servían diversos licores caseros, vinos, refrescos de frutas y pequeños artículos deliciosos de vinagre. Todas las botillerías estaban dentro del lo conocido como casco romano y el ejemplo más parecido hoy de estos locales sería la taberna Casa Paricio en el Coso Bajo fundada en el año 1928. Bar y local de vinos en donde hasta hace unas décadas podías comprar licores y vinos a granel o tomarte unos vinos, unos vermut con sifón, unas gaseosas o limonadas en vaso alto y una notable variedad de banderillas de escabeche, pepinillos u olivas. Todavía hoy se puede acudir a soñar con otros siglos, si nos imaginamos un poco lo que falta.

Eran locales en donde los clientes tenían que estar de pie, lo que no impedía que estuvieran muchas horas hablando y conspirando, bebiendo y sujetándose al mostrador para no caer, eran tabernas de hombres y de tardes. Eran locales para disfrutar y para llorar, depende del día.

Las botillerías eran los locales de moda del siglo XVIII y precursores de los bares y cafés como comentábamos, pero antes que ellas estaban las alojerías, locales de tradición árabe que servían un brebaje (con perdón) llamada, “aloja”, y que era una bebida refréscate de agua de hielo, un agua helada para los veranos, más miel y especies árabes de sabor, tipo canela, pimienta, jengibre, nuez moscada, clavo y hierbas aromáticas. En aquellos años no estaba permitido el alcohol en locales públicos, pero algunos se lo saltaban al comprar y mezclar vinos y la aloja hasta formar bebidas ligeramente alcohólicas para tomar en grupo. Vamos, un simple botellón actual, pero con miel, que se tomaba en las entradas de los espectáculos o en los locales de tertulia entre amigos. También se vendían destilados de agua con cebada (la clásica cerveza más o menos y mejor realizada) pero también destilados de anís, pipas de calabaza o melón, almendras amargas con azúcar, anís con guindas o alcoholes de algorrobos.

Eran las alojerías y luego las botillerías los precursores de nuestros actuales bares, con servicios sobre todo en las entradas de las representaciones teatrales, como hasta no hace muchos años se hacía en Madrid con el teatro de calle, en donde algunos vendedores ambulantes propiciados por la propia obra te vendían “agua, azucarillos y aguardiente” en los Corrales de Comedias como ejemplo de lo que se servía en aquellos siglos en las entradas de los teatros para animar a los clientes. Zaragoza también los tuvo y con el mismo tipo de bebidas que en toda España.

27.11.12

Fundación Picarral entra en el Club Empresa 400 de Aragón

El 22 de noviembre de 2012 en un acto organizado por el Instituto Aragonés de Fomento del Gobierno de Aragón, la Fundación Picarral recibió de manos de la Presidenta de la Comunidad Autónoma de Aragón un trofeo con la “E” de excelencia empresarial, que viene a reconocer una calificación superior a los 400 puntos EFQM y su entrada en el Club Empresa 400 de Aragón.

Hoy mismo se ha celebrado en el edificio de TOPI en el Picarral la entrega del premio en un acto realmente sorprendente. Ante unas 150 personas han acudido acompañando a los responsable de Fundación Picarral representantes políticos de todos los partidos aragoneses, de todas las instituciones de Aragón, desde la Presidenta de Aragón al Alcalde de Zaragoza o el Justicia de Aragón. Máximos líderes vecinales, sindicales, de entidades sociales o culturales, del Distrito del Rabal, de medios de comunicación, de entidades financieras que apoyan a la fundación etc.

El mismo alcalde de Zaragoza ha remarcado el acto en esta dimensión señalando que hacía un año que no se veía con Luisa Fernanda en ningún acto, y que una Fundación como esta había servido para reunir a tan variada representación de todo Aragón. ¿Qué tiene Fundación Picarral?

Pues muchas ganas de trabajar por la parte de la sociedad que más ayuda necesita, desde la bondad y el trabajo callado, sin mucho ruido pero si mucho esfuerzo por que todas sus grandes ideas salgan adelante, y con una constante renovación en sus proyectos. Desde el año 1980 llevan ideando ayudar a los jóvenes con problemas desde talleres como TOPI, Serpi, Carpi, Balsas viviendas asistidas,En línea hacia la Autonomía, CESERPI, Arapack. Anobium, Padis o Mapiser

Para el mantenimiento de los proyectos, la fundación mantiene convenios con el Ayuntamiento de Zaragoza, el Instituto Aragonés de Servicios Sociales del Gobierno de Aragón, el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, Inaem, Ibercaja, Caja Inmaculada, Fundación La Caixa e Intervida. También se reciben ayudas de otras instituciones públicas y privadas.

23.11.12

A quien le interesa que Ibercaja aparezca herida?

Podríamos no darle ninguna importancia a esta noticia que dejo más abajo. La credibilidad de las agencias de calificación financiera es mínima, tras tener por ejemplo calificadas de óptimas las entidades financieras pocas semanas antes de estallar la gran crisis en Islandia o con triple AAA a los paquetes hipotecarios que provocaron el inicio de la crisis actual. Pero no es positivo que adjetiven mal a las entidades crediticias de Aragón.

Pero la pregunta debería ir un poco más allá, sabiendo quien paga a Standard and Poor's, que son sus propios clientes. No son independientes, no son agencias públicas sino privadas. ¿A quien interesa ahora que Ibercaja aparezca como “herida”? ¿no hay intereses escondidos en esta actuación que curiosamente solo afecta a Ibercaja entre las entidades serias que quedan en España?
La agencia de calificación crediticia Standard and Poor's ha publicado este viernes sus conclusiones sobre la revisión de las notas al conjunto de las entidades financieras del país. Las que han salido peor paradas del proceso han sido Ibercaja y la CECA, que es la confederación española de cajas de ahorros y que también tiene ficha bancaria. Ambas han caído a bono basura tras ver su nota reducida en un escalón. A consecuencia de esta decisión, las calificaciones de la CECA e Ibercaja Banco pasan a ser de BB+ desde BBB-.

22.11.12

Qué quieren las Asociaciones de Vecinos de Zaragoza?

Hoy voy a intentar hablar algo de las Asociaciones de Vecinos en Zaragoza, aunque he de reconocer que no soy un experto histórico de una realidad de gran valor social y urbano, pero que en los últimos tiempos está derivando hacia otros caminos. Esto no me impide conocerlas, entre otros motivos por pertenecer a dos de ellas.

Las A.VV. (sobre todo en Zaragoza) son muy importantes para el tejido social y esto hay que dejarlo claro desde el principio. Lo que no quita para poder opinar sobre algunas decisiones últimas, que auspiciadas sobre todo por la baja calidad de la política en España, sobre todo por la dejadez política de parte de la izquierda, está propiciando un cambio de importancia de las A.VV. que de producirse configurará un cambio en la funciones políticas de estas, que será importante de producirse.
Dicho de otra manera. En la misma medida en que la izquierda política está “atontada”, miembros de esta misma izquierda social están propiciando un aumento del poder de las A.VV., poco a poco, pero con objetivos muy marcados. Muchos pequeños políticos que gobiernan A.VV., quieren aumentar su poder a través de las A.VV.. Es pues una disfunción de personas de incluso el mismo signo político. Insisto, no me parece ni malo ni bueno (en principio), lo será si nos equivocamos en los resultados finales.

20.11.12

Terrenos de Aceralia de Zaragoza, otra vez en la casilla de salida

Los llamados terrenos de Aceralia es una gran pastilla de terrenos, hoy industriales, en donde deberían haberse construido hasta 2.344 viviendas en un terreno de unas 15 hectáreas, que ahora han quedado como un espacio abandonado y sin futuro, tras la sentencia judicial que impide convertirse en terrenos urbanos, tras la demanda presentada por el empresa Saica.

Estos terrenos, entre el barrio del Picarral y el Polígono de Cogullada, se quisieron convertir en urbanos por un acuerdo entre el alcalde Atarés (PP) y la empresa Aceralia, para que esta empresa pudiera trasladarse fuera de la ciudad consolidada. Era un buen acuerdo para el barrio del Picarral y para la ciudad, pues permitía revitalizar una zona compleja.
Pero las alturas de los edificios en los planes previstos asustaron a la empresa Saica que ella entendió sería muy presionada por los futuros vecinos y optó por poner en la mesa de los juzgados el cambio de uso de los terrenos, desde industrial a urbano.
Hoy, muchos años después, la sentencia final y sin posibilidad de recurso ha dado la razón a Saica. ¿Y ahora?
Pues por una parte la asociación de vecinos presiona para buscar una solución, mientras los grupos políticos en el Ayuntamiento optan por bajar mucho la densidad urbana de esta zona a costa de menos viviendas, más zonas verdes y de servicios, siempre en espera de un acuerdo con la empresa Saica para que no vuelva a presentar en los juzgados la nueva propuesta. Hay que entender además que junto a Saica y Aceralia, están otras 14 empresa pequeñas e medianas que se verían beneficiadas por el cambio, pues les permitiría trasladarse en mejores condiciones a otras zonas, si así lo deseaban.
Pero los tiempos han cambiado, hoy plantear una nueva zona urbana para 1.500 viviendas (antes 2.344) es complicado de asumir, pensar hoy en que beneficia a empresas pequeñas para poder marcharse a otra zona, con la que está cayendo es pensar en milagros; y si no somos capaces de gestionar bien esta patata caliente en Zaragoza, podemos encontrarnos con un problema a medio plazo, pues es una gran pastilla, que abandonada a su suerte en una zona rodeada de viviendas y vecinos, puede resultar complicada de gestionar y no digo más.
Pensemos solo para ver las disfunciones ilógicas en el urbanismo por sentencias judiciales mal empleadas para medrar, que hemos construido en Arcosur o en la zona entre la Muela y Plaza, a muchos kilómetros del centro de la ciudad, mientras que tenemos grandes extensiones vacías en Aceralia, Avenida Cataluña o Las Fuentes, con el consiguiente ahorro para la ciudad que supone saber crecer con mesura y lógica económica. Basuras, seguridad, transporte, servicios, etc. hay que desplazarlos muchos kilómetros, cuando en otras zonas vacías ya pasan a su lado estos servicios.
En la imagen se ve la gran parcela de los terrenos de Aceralia, pero añadidos los terrenos industriales de Saica y Hierros Alfonso, sobre los que ahora no hay ningún proyecto de cambio (de industrial a urbano), pero que se podrían ver beneficiados en su futuro por estos cambios.

P.D.: Sobre este tema hoy se publican unos números en los medios de comunicación zaragozanos que no me resultan creíbles. Se habla de rebajar el número de viviendas hasta 2.198, número que me resulta increible. Para rebajar solo 146 viviendas no hubiera sido necesario un juicio eterno. Pero es que además se habla de rebajar alturas desde 17 máxima a 8 máxima. De aumentan entre 8.000 y 10.000 el espacio destinado a equipamientos. Se habla de mantener o aumentar las zonas verdes. Se dice de recudir las viviendas por hectárea desde las 160 a las 150 previstas ahora. Con estos hechos mínimos, pues existirá negociación, es imposible hacer más de 1.500 a 1.800 viviendas.

17.11.12

Historia de la Fuente de la Princesa o de Neptuno en Zaragoza

Hasta el año 1845 no hubo agua de acceso libre en el centro de Zaragoza. En el verano de aquel año se inauguraba el servicio de agua con la Fuente de la Princesa con el dios griego Poseidón (en la mitología romana Neptuno, dios del mar) que hoy está en el Parque José Antonio Labordeta,  para que los vecinos pudiera acudir hasta ella a recoger agua potable para beber. Hasta esa fecha eran los aguadores los que servían el agua de boca por las calles de Zaragoza, aunque se habían realizado algunos tímidos intentos de traer hasta los nuevos edificios de la ciudad agua canalizada, pero sin éxito.

La Fuente de la Princesa traía agua desde el Canal Imperial de Aragón, aunque en una primera idea se intentó traer agua desde una zona llamada “Los Ojos de Pinseque”, pero la falta de presupuesto municipal hizo que al final se optara por el sistema más simple. El desagüe del agua de la fuente terminaba hacia la zona de la Huerta de Santa Engracia, en el cauce del río Huerva.
Esto nos enseña claramente en qué condiciones se vivía en la sociedad española, y lo que hemos logrado avanzar en 150 años.
Aquella Fuente de la Princesa tardó 12 años en ser construida y puesta en funcionamiento, desde el 14 de octubre del año 1833 en que se le puso la primera piedra hasta el 24 de julio del año 1845 en que empezó a correr el agua por sus caños. A partir de aquella fecha los vecinos iban hasta la fuente a cargar agua, bien a mano, bien con sus caballerías y teniendo en cuenta que estaba instalada sobre una zona de tierra, los lodazales en la actual Plaza España —entonces Plaza de la Constitución— eran constantes, lo que enseguida obligó al Ayuntamiento a tener que realizar obras de andadores para poder acceder con garantías a los laterales de la Fuente de la Princesa o de Neptuno.
El escultor de la fuente fue Tomás Llovet, de Alcañiz y profesor de la Escuela de Bellas Artes de Zaragoza, que se inspiró en la fuente de Neptuno del paseo del Prado de Madrid, al que adoran los hinchas del Atlético de Madrid.
 Hay que recordar que aquella plaza con la Fuente de Neptuno era el punto que daba inicio al nuevo Paseo de Independencia, que todavía no contaba con ningún edificio, hasta que en el año 1851 se entregan las primeras casas del novedoso Paseo de la Independencia.
Estuvo en su primitivo lugar hasta el año 1902 en que se desmontó para colocar casi en su mismo lugar el actual monumento a las Mártires. La fuente permaneció en los almacenes municipales cerca de Juslibol y desmotada hasta que se trasladó primero a otros almacenes municipales en la calle Herismo y luego en el año 1933 hacia la zona de las Balsas de Ebro Viejo. Ya el año 1935 y sin saber muy bien qué hacer con ella aun saibneo que tenía un gran valor, se llevó hasta la arboleda de Macanaz en donde se volviço a montar, aunque allí nunca tuvo agua por sus entrañas. Ya en el año 1946 se trasladó de nuevo hasta su actual ubicación, en donde aquel mismo verano volvió a tener agua corriente por sus delfines.
Los constantes deterioros de los últimos años, algunos por parte de gamberros, y el poco cuidado de restauración,  la están condenando a su destrucción.

Las imágenes son de la página web del Gobierno de Aragón.

16.11.12

Zaragoza a mitad del siglo XIX, pequeñas pinceladas

Hablábamos en una entrada anterior de lo que perdió Zaragoza por los dos Sitios que sufrió brutalmente en los años 1808 y 1809, y del empobrecimiento que supuso esta guerra que evitaba la entrada de la ilustración en España. Pero en el año 1833 moría Fernando VII, un reconocido Rey incapaz y malo, absolutista y dictador, que creo un clima social muy encendido, lo que daba entrada a un nuevo periodo en la Historia de España y de Zaragoza más abierto, con  la burguesía apoderándose del poder a costa de caciques viejos del mundo rural, poseedores de todas las tierras y de la capacidad para controlar los trabajos.
Las diversas fases de desamortización (la más conocida de la Mendizábal) hicieron posible que en las zonas necesarias para la ampliación de la reconstruida Zaragoza se pudieran disponer de terrenos urbanos, en manos de la iglesia pero sin uso urbano pues se empleaban como huertas o zonas de recreo, para ir creando un crecimiento ordenado de la ciudad hacia la zona de Gran Vía.
Aquellas décadas si fueron importantes para Zaragoza que pasó en el año 1834 de tener 44.482 habitantes a tener en el año 1857 unos 63.446 vecinos. Un crecimiento en dos décadas de casi el 50%.
Pero además Zaragoza se iba dotando de una cierta calidad urbana con mejor iluminación pública, algunos desagües sanitarios en edificios nuevos, y una iniciativa urbana y financiera desde el Ayuntamiento que nunca hasta la fecha se había tenido en la ciudad. Zaragoza se levantaba lentamente de su desastre y empezaba a conocer la modernidad de aquellas décadas.
Basta recordar que en el año 1834 se inicia la construcción del Cementerio de Torrero o se dota de un servicio constante y más amplio y organizado para los Bomberos de Zaragoza.
Toma forma definitiva el Paseo de Independencia, la Plaza de España y se construye el primer edificio de la Diputación Provincial, desplazando el centro de la ciudad hacia la zona exterior de su muralla romana, la actual zona entre Plaza España y Plaza Aragón, preparando la ciudad para el crecimiento que impulsa el arquitecto José Yarza al recibir en el año 1846 el encargo de una especie de Plan de Ordenación Urbana que plasmó en un plano conocido como el del año 1861, con la posterior creación de la calle Alfonso en el año 1866. Zaragoza va tomando la forma que hoy vamos conociendo en su zona centro.


 En la imagen del plano actual, se puede ver en verde la zona de huertas y recreo de la Huerta de Santa Engracia y del Convento de Santa Catalina y en morado el primer Parque Botánico que tuvo Zaragoza.

Cuando el cine se hace oficio. Un boceto de lo que podría ser una gran exposición

En el Centro de Historias de Zaragoza se ha inaugurado la exposición “Cuando el cine se hace oficio”, mostrando la cara oculta de todos los oficios que esconde el séptimo arte, aunque de una manera bocetada, escasa, como fotogramas muy interesantes, pero que abren una posibilidad maravillosa para realizar una gran exposición, que por espacio en la planta baja del Centro de Historias, no es posible realizar.

Se habla de los guionistas, del director, de los actores, de la dirección de arte, de la música y el sonido, de la iluminación, de la fotografía, del montaje, de los dobles y los efectos especiales, y de la promoción necesaria para poder presentar la película con cierto capacidad de éxito.
Una buena ventana para adentrarse un poco en el mundo del cine y que sirve para abrir boca sobre un asunto muy interesante, que tuvo y tiene bastante importancia en Aragón. Exposición que se puede ver hasta el 10 de febrero de 2013 en el edificio Centro de Historias de Zaragoza, frente al Parque Bruil.

Villanueva de Gállego es hoy más pobre e históricamente inculta


Francisco Pradilla fue un gran pintor zaragozano de Villanueva de Gállego, que vivió entre el siglo XIX y principios del XX, estudiando y trabajando en Madrid y Roma. Largamente premiado, fue Director de la Real Academia de España en Roma y obtuvo reconocidos premios en Francia, Italia y Alemania, además de en España.

Su casa en Villanueva de Gállego existía hasta ayer. Durante meses se ha intentado salvar de la piqueta, pues siendo una propiedad privada, nunca fue reconocida con ninguna protección cultural o histórica que la hubiera salvado de la destrucción. No era un gran edificio de enorme valor artístico, pero sí de un inmenso valor sentimental en una tierra en donde tan poco cuidamos a nuestros antepasados que destacaron por algo.

Yo recomiendo viajar por pueblos de Cataluña, ahora que está de moda criticar a los catalanes, para ver la gran cantidad de edificios rescatados y reconstruidos, convertidos en pequeños museos, en donde solo se recuerda el nacimiento o vida de poetas, escritores, hombres de la cultura, de una importancia mucho menor que la de Francisco Pradilla. Pero en Aragón somos muy…; bueno, no sé si tan siquiera somos.

Villanueva de Gállego ha perdido una señal histórica que le hubiera permitido convertirse en una población con historia viva. Pero a cambio ha logrado un solar vacío para que algún día hagan otro edificio de pisos como los centenares que hay en su localidad. La DGA ha estado como siempre, lenta y torpe. Da igual si gestiona el PP con el PAR o el PSOE con el PAR. Siempre es igual. El Ayuntamiento de Villanueva de Gállego es un artista en saber emplear escusas ya muy empleadas en este tipo de trampas, con fax que no llegan, llamadas telefónicas que no se hacen, y una capacidad de mirar hacia otro lado que asombra. Así nos vamos también, convirtiendo en más pobres.

Zaragoza después de la Guerra de la Independencia

Tenemos el concepto de que Zaragoza se tuvo que defender de la invasión francesa y que en aquel principio del siglo XIX  lo mejor que hizo fue defender su ciudad del ataque francés, con toda su saña y una valentía inimaginable. Pero las realidades pudieron ser otras, y sin duda Zaragoza no se merecía el desastre que tuvo que soportar, tanto en su sociedad civil como en su urbanismo modelo para otras ciudades.

Sin duda hay matices en todo tipo de opiniones, pero hay otra versión que se puede discutir, y que habla y nos dice, que evitando el gobierno francés de España se evitaba también la ilustración, una cultura más europea, una modernidad que preocupaba a los caciques de unos territorios en donde unos pocos dominaban a unos muchos.
Lo que sin duda nadie pone en juicio es que Zaragoza quedó muy destruida por los dos sitios contra la ciudad, que el número de muertos por ambos bandos fue tremendo, que las enfermedades y sufrimientos fueron heroicos, pero también que gracias a que los franceses se asentaron sobre la ciudad de Zaragoza unos primeros años, se pudo empezar a reconstruir la ciudad a una velocidad continuada para lo que era posible en aquellos años, que de no haber estado gobernado con mano militar y muy organizada por el gobierno de la zona ocupada, hubieran podido dejar a Zaragoza abandonada más a su suerte. Para los franceses lo acontecido en Zaragoza les sorprendió por su bravura y tenacidad y los obligó moralmente a intentar ayudar a sus ciudadanos.
Se habla de 50.000 muertos en Zaragoza, una cifra espantosa si entendemos que por aquellos años de principios de siglo habitaban nuestra ciudad unos 46.000 zaragozanos. Como es lógico tanto fallecido en la guerra, dentro de Zaragoza, se debe al gran número de soldados y civiles que vinieron en ayuda de la defensa y de refugiados que venían escapando de la invasión francesas desde pueblos y zonas vecinas.
Los franceses estuvieron 5 años en Zaragoza, hasta el año 1814. Pero se puede asegurar que el primer tercio del siglo XIX fueron años perdidos, dolorosos, en donde se tuvo que reconstruir lo destrozado, sobre todo la propia sociedad, que vio mermada su población en muchos miles de personas. Basta nombrar que en el año 1835 Zaragoza tenía 44.482 habitantes, menos de los que tenia en el año 1806 que se contabilizan 45.179 vecinos.
Eran años de reconstrucción, de calles de tierra, de viviendas sin desagües para váteres, sin agua corriente, sin luz eléctrica que iluminara las zonas de la ciudad, todavía encerrada entre sus murallas. Son años en los que desde el gobierno francés se empieza a diseñar el actual Paseo de Independencia y la Plaza de España en los terrenos ya vacíos del destruido Convento de San Francisco.

14.11.12

También en Zaragoza estamos en la III Guerra Mundial

Esta imagen son las ruinas de Zaragoza, en concreto de la Plaza de San Francisco, la actual Plaza de España, en la Guerra de la Independencia. Estamos ahora en guerra, si, la III Guerra Mundial en donde en vez de bombas de racimo o bombardeos a ciudades llenas de civiles, bloqueamos a sociedades a costa de empobrecerlas, restarles derechos, trabajos, posibilidades de futuro, sanidad, educación. Ya iremos viendo cuan cruenta resulta.

Hay muchos cómplices en estas batallas económicas contra los civiles más pobres. Ya hay muertos también. Quien crea que estas jornadas de huelga son caprichosas, son vacías, no forman parte de una batalla mucho mayor por desacreditar a países, por robar a los ciudadanos de un territorio a costa de conseguir que otros países sean más ricos, se equivoca.
Las crisis se provocan, se resuelven o no se saben resolver. Se ganan o se pierden. Estamos dentro de la III Guerra Mundial, que será muy larga y que de momento nadie sabe hasta donde nos va a llevar.
Sobre las ruinas de Zaragoza se ha montado —con los siglos— la libertad y una sociedad muy válida. Ahora toca defenderla o simplemente mirar hacia otro lado. Cada uno somos responsables de nuestras decisiones. Y la suma de todas ellas forman las decisiones que hacen moverse a las sociedades. A veces avanzando, a veces retrocediendo.

10.11.12

Emigración casi total de la Zaragoza del siglo XII

Se calcula que Zaragoza tuvo entre 25.000 y 50.000 en los últimos años de la Saraqusta árabe, a finales del siglo XI. Cifra que según la mayoría de los historiadores se acercaría más a la de 25.000 personas.

Tras la conquista de Zaragoza por las tropas cristianas de Alfonso I en el año 1118, se permitió que los árabes siguieran viviendo en la Zaragoza reconquistada, pero trasladándose desde lo que era la ciudad amurallada o los nuevos barrios que se habían ido creando en las cercanías de las distintas puertas de  Saraqusta, hacia el ya formado barrio de Curtidores, en la zona que después ha quedado conocido entre todos como barrio de Las Tenerías, desde el Coso Bajo hasta el Parque Bruil. Zona de industria textil y de curtidos de pieles, actividades molestas y de malos olores, que empleaban los ríos Ebro y Huerva para sus trabajos industriales.

Pero lo cierto es que los zaragozanos (todos) árabes de aquella ciudad que había crecido mucho entre la transición de los siglos XI y XII, aunque podían quedarse en su ciudad con las condiciones impuestas en la capitulación, optaron en un gran número por irse hacia el levante español. Murcia y la zona baja de la Comunidad de Valencia aceptaron de mejor grado a los zaragozanos que tuvieron que huir en un número inmenso, pero del que no hay constancia clara de su número.

Quedaron en la Zaragoza cristiana los árabes más pobres, con menos recursos económicos o vitales, y se tuvo que repoblar toda la ciudad con personas que venían del Alto Aragón, Navarra o incluso el sur de Francia.

Somos pues hoy todos nosotros, el resultado de una población inmigrante, descendientes de gentes que no eran de Zaragoza o de Saraqusta, por mucho que ahora nos creamos pertenecientes desde siempre a estos territorios.

Tal es así —la huida de los pobladores que llevaban 400 años en Saraqusta—, que primero se hicieron llamamientos casi desesperados para atraer población, y luego en el año 1129 el propio Rey Alfonso I tuvo que dictar la orden al Justicia de Zaragoza para que no permitiera la salida de más árabes de la ciudad, ante la despoblación generalizada. Y nuestra ciudad tardó cuatro siglos en recuperar su población árabe.

Es bueno conocer algo de la sangre que corre por nuestra venas, saber de donde venimos, pero desde la visión más amplia que la de nuestros antepasados familiares conocidos.

Julio Puente

7.11.12

Hipermercados, supermercados y movimientos urbanos en Zaragoza

Con la apertura de Puerto Venecia en Zaragoza se ha reabierto el debate sobre si somos una ciudad con exceso de grandes superficies comerciales, que hace muy complicado que puedan sobrevivir las tienda de proximidad, el comercio en los barrios asentados.

Si observamos la distribución de los hipermercados sobre el plano de Zaragoza, se observan espacios vacíos mientras en otros hay una proximidad alta entre centros, lo que posibilitaría sinergias si se trabaja bien entre ellos o por el contrario graves tensiones si no es posible obtener clientes para todos.
Las 200.000 personas de la margen izquierda solo (¿solo?) disponen de dos grandes centros comerciales y además muy juntos ambos. El centro de la ciudad tiene otros dos centros, además de la misma marca comercial y también muy cercanos y complementarios en parte. La zona de San José y Las Fuentes tiene uno. La zona de Romareda y Universidad tiene dos. Miralbueno y los nuevos barrios del Oeste disponen de uno y la zona de Delicias tiene otro. Por su parte, aunque algo alejado, La Paz y Torrero disponen del último.
Es casi imposible pensar que falta uno en el este de Zaragoza, pues en realidad van a tener complicado poder sobrevivir todos los que hoy existen, mientras también existe espacio poblacional en la zona de Almozara y Portillo para otro.
Pero a la vez hay que entender que cada Hipermercado supone el cierre de tiendas de proximidad en las zonas cercanas a donde se monta el Hiper, lo que obliga a tener mucho cuidado a la hora de solicitar su construcción. La tendencia es a complementar estas cadencias con Supermercados de calidad con el máximo de servicios comerciales posibles, para barrios que tienen alejado el servicio del Hiper. Pero lo que deben hacer los técnicos en urbanismo es intentar complementar estos focos de movimiento urbano con servicios de cultura y ocio, no solo comercial, para convertirlos en Plazas Centrales. Se debería intentar una tendencia de construir junto a los supermercados comerciales (no Hiper) una sala de cine, un restaurante, una cafetería y una sala cultural de usos múltiples (pública o privada).

5.11.12

Nadie recuerda Expo Paisajes 2014 en Zaragoza

Se cumple esta semana cuatro años desde que Zaragoza volvió de Dubái con el acuerdo no firmado pero verbal de poder celebrar en nuestra ciudad una Expo Paisajes para el año 2014, que enseguida fue maltratado y nada creído por casi todos los partidos políticos. 

La idea era potenciar los barrios del este de Zaragoza, desde Las Fuentes a Vadorrey, con el arreglo de toda la zona del final del Gállego y la huerta de Las Fuentes y Montemolín. Pero primero la crisis económica y luego las críticas de todos los partidos políticos menos el PSOE, para que no fuera aprovechado por este partido en las siguientes elecciones municipales, llevó al traste con esta idea, que hoy ya ha quedado en el olvido de todos.
Pasamos de llamar Expo Paisajes a Expo Nabo, sin atender a las voces que solicitaban (solicitábamos) un repaso a todas las Expo Paisajes anteriores en países de Europa, y sus resultados para revitalizar barrios de grandes ciudades y dotarlos de nuevos parques y una vida de más calidad.

4.11.12

Plano con los diversos cauces del río Ebro a su paso por Zaragoza

El Ebro a su paso por Zaragoza sigue siendo una riqueza viva, pero también un gran río que tiene un peligro que no siempre valoramos en todos sus términos. Hoy nos resulta muy complicado entender que el río Ebro a su paso por Zaragoza pudiera tener un cauce diferente al que ya tiene, perfectamente llevado entre cemento en muchos tramos, dominado y controlado desde aguas arriba por diversos sistema de control. Pero no debemos olvidar que en otros tiempos históricos, tanto el Ebro como el Gállego y el Huerva llegaron a tener a su paso por la ciudad de Zaragoza diversas configuraciones de cauces de los que hay constancia en la historia.

Os dejo un plano de Zaragoza con los cauces más conocidos de los tres ríos de Zaragoza. En azul claro el cauce actual del Ebro, Gállego y Huerva y en azul oscuro algunas de las diversas variables que han tenido a su paso por nuestra ciudad. En rojo lo que sería la ciudad romana, con el límite en el actual Coso.
Cuando hablamos de las Balsas de Ebro Viejo estamos simplemente refiriéndonos al cauce de un Ebro viejo, que durante siglos dejó inundaba toda o parte de la zona del Actur, Picarral o Arrabal. Algo parecido se tiene constancia en la zona de Camino del Vado, Vadorrey, etc, con cauces tanto del Ebro como del Gállego que inundaron estas zonas de Zaragoza.

1.11.12

Zaragoza 1963, desde la torre del Pilar


Recuperando algunas imágenes de la Zaragoza antigua, me he encontrado esta que no es una gran imagen pero que nos muestra una Zaragoza distinta, de principio de los años 60, con el actual Ayuntamiento en construcción, la Plaza de La Seo con sus árboles, el Puente de Piedra con las barandillas de hierro, el Puente de Hierro solo con su plataforma original y una margen izquierda del Barrio Jesús, Vado y La Jota, muy vacío, así como toda la zona de Sementales hacia Las Fuentes, también sin construir. Es una estampa que ya no existe, con una Plaza del Pilar muy limpia, como ahora, pero demostrando un tamaño de Zaragoza que era menos de la mitad del actual, al no llegar a los 300.000 habitantes. Para ver más grande la imagen, hacer clic sobre ella.