Es el león de Zaragoza, mirando a la izquierda como le tocó cuando se diseñó su presencia en nuestro escudo, por motivos reales curiosos.
Su presencia en el puente de Piedra viene de antiguo, pero ahora con su esbelta presencia ha tomado protagonismo, de ello hace ya más de 22 años.
Parecen los defensores, los guardianes de la entrada a la ciudad. Pero todavía no cobran impuestos por ello.