22.1.14

El sarcófago de la Condesa Doña Sancha de Aragón declarado BIC

El Gobierno aragonés ha declarado Bien de Interés Cultural (BIC) una de las piezas que son referente de la escultura románica en todo el mundo, el sarcófago de Doña Sancha (Condesa Doña Sancha de Aragón), que data de la segunda década del siglo XII, y que se conserva en la actualidad en el Monasterio de las Benedictinas de Jaca tras permanecer 450 años en la iglesia de San Ginés. Es una pieza única tanto por la calidad de sus tallas como por lo que representan estas.

Se trata de una pieza trapezoidal decorada en sus cuatro caras. La principal se divide en tres escenas: la central presenta una figura desnuda dentro de una mandarla sujetada por dos ángeles; figura identificada con el alma desnuda de Doña Sancha. En las escenas laterales por su parte aparecen bajo arcos de medio punto tres eclesiásticos en una procesión o en el entierro de Doña Sancha y en la otra tres mujeres, una de ellas la hija de Ramiro I y las otras dos o bien sus hermanas o bien dos sirvientas.

El lado posterior del sarcófago también está dividido en tres ámbitos. Dos de ellos están decorados con caballeros enfrentados mientras en el tercero aparece un hombre luchando con un león que se identifica con David o Sansón y que simboliza el triunfo del Cristianismo sobre los infieles.

Los lados cortos están esculpidos con grifos afrontados y con un crismón con el cordero de Dios; una iconografía muy vinculada a la casa real aragonesa.

La decoración del sarcófago es obra de dos escultores distintos (uno más prolijo en los detalles y otro de talla más geométrica); dos estilos que aparecen juntos también en otros monumentos románicos como la Catedral de Jaca, el Monasterio de Santa Cruz de la Serós o la Iglesia de San Pedro el Viejo de Huesca.

El Sarcófago contiene los restos de Doña Sancha, hija del rey Ramiro I, hermana del rey Sancho Ramírez, esposa del Conde de Toulouse y tía de los reyes, Pedro I y Sancho II. Recientemente fueron documentados estos restos, a través del carbono 14, por expertos en medicina forense de la Universidad de Zaragoza