15.3.15

Autorretrato de Ángela Labordeta, para batallar todos los días

Me duermo con banderas rotas y son tantos los instantes. Sé lo que soy y nunca he intentado engañar a nadie. Soy hija, por suerte o desgracia, de alguien  que me hizo tan individualista como respetuosa y solidaria; de una familia que sucumbió al amor hacia la cultura y las palabras; de abuelas que me hicieron  absolutamente feminista; de tíos que me ayudaron a dudar de todo; de una madre que intento que a pesar del desorden tuviéramos un poco de orden; de unas hermanas que crecimos en absoluta libertad en un país falto y ausente; de unas amigas que decidimos ser y correr con todos los riesgos; de unos amigos que quisieron que no dudara y que me quisiera más; de unos recuerdos que a día de hoy  ya no sé ni quiera si son míos. Y con todo ello aquí estoy. No hay más misterio: un trozo de vida, nada más

Y por todo ello pienso que es posible cambiar las cosas. Será la herencia o esa triste y hermosa aventura que se llama vivir.

Ángela Labordeta