24.8.15

¿Peligra el Moncayo? No tienes arrestos

Apoderarse, usurpar, substraer, etc. Sinónimos ya sea de palabra o hecho que utilizan los políticos catalanes en su continúa cruzada en su anhelo soberanista, desvalijando nuestra cultura,  territorio, espacio aéreo o historia, hiriendo sentimientos y falta de respeto a todo el pueblo aragonés.

Por enumerar unas pocas, en su obsesivo querer ser el centro del cosmos, y en su continua apropiación, me vienen a la memoria algunas barbaridades.

Obras de arte, Miguel Servet, huellas de dinosaurio, parte de nuestro Pirineo, zona oriental aragonesa en territorio occidental catalán, bloqueo del archivo de la Corona de Aragón impidiendonos participar en ella, o manipulación continua de  ese pasado donde Reino y reyes fueron suyos.

La penúltima, por temerme no será la última.

En ese desagravio constante, afán de superioridad y dominación, su Conseller de Justicia, Germa Gordó dice que en la eventual Cataluña independiente, concederá la nacionalidad catalana a los ciudadanos de sus llamados Países Catalanes, y agrega recordándome a dictadores del pasado: ¨una nación no puede estar incompleta¨, por supuesto en sus planes expansivos en lote va nuestra franja aragonesa.  

No entro en su interés separatista, ellos sabrán, pero no es lícito que para ganar esa batalla, políticos e ¨intelectuales¨ de la vecina comunidad, empleen artimañas impropias en una sociedad democrática. Aragón, territorio y gentes, no debe admitir cualquier intromisión, ni de ellos ni de nadie, por tanto no cabe actitud pasiva ni indiferente ante semejante falta de respeto.

Bien ha hecho el Presidente de Aragón señor Lamban, saliendo al paso del indigente intelectual y conseller catalán, respondiendo a semejante invasión. Sacar provecho de cuanto nos une a de ser labor de ambas comunidades, pero nunca admitir cualquier intromisión que afecta en lo más mínimo a nuestras señas de identidad.

Dureza ante cualquier situación que implique apropiación y falta de respeto a la sociedad aragonesa, sea por estos o futuros caudillos. Pongámonos las pilas desde Aragón ante sus afanes imperialistas, o su franja occidental terminará en el Moncayo.

Daniel Gallardo