27.6.16

Los que al final no van a votar, también votan

No se han equivocado los sondeos, todos coincidían en unas direcciones que luego no se han visto cumplidas en el voto. Incluidos algunos sondeos independientes y realizados por estudiantes universitarios de políticas. Tampoco los sistemas de cocinar estos datos están equivocados, pues no hay otros. Los que se han equivocado han sido los ciudadanos.

Llevo varios años avisando en algunos textos que entre lo que se dice que se va a votar y lo que se vota hay una gran diferencia que las empresas de sondeos ya saben pulir y poner en su lugar estadístico. Pero lo que no puede hacer es modificar a los que NO va a votar. Mucha gente joven dicen que van a votar en una dirección y luego se quedan en su casa. No van a votar. Y eso no es posible pulirlo en la cocina de los sondeos.

Ayer a diferencia de diciembre, se veía la falta de gente joven en los tres colegios que nosotros analizamos. Y también la falta de personas de mucha edad, en relación a otras jornadas electorales. El componente de estratificación social muevo el sentido del voto. Ayer el gran grueso del votante eran familias de mediana edad, muy responsables y con algo de miedo, que optaron por conservar lo que hay ante el miedo de que todavía puede ser peor. Hubo miedo al brexit y al referéndum de autodeterminación, y se obvió la corrupción y las trampas.