8.8.16

San Juan ante Portam Latinam, en retablo aragonés

Esta imagen es de una tabla aragonesa del siglo XVI (del que desconozco su procedencia y lugar donde se encuentra) y nos muestra el martirio de San Juan ante Portam Latinam que es el patrón de las Artes Gráficas, siendo San Juan uno de los pocos Santos de la iglesia católica que se celebra dos veces al año, el 27 de diciembre el San Juan Evangelista y el 6 de mayo el San Juan ante Portam Latinam.

Dice la tradición que en el siglo IX se localizó su celebración cerca de en una pequeña basílica, en lo que fue una plaza cercana a la Puerta Latina, llamada así porque se salía por ella hacia los pueblos de Lacio o “país latino”, y que el Papa Adriano dedicara en este mismo día desde el año 780 a celebrar el martirio de San Juan en aquel lugar, por haber tenido lugar allí el martirio del apóstol evangelista al ser echado en una caldera de aceite hirviendo, en un lugar muy cercano a las grandiosas termas de Caracalla. Aquel crematorio debió ser en el año 95 y San Juan era un anciano de muchísima edad, tanta que según decían los cristianos de entonces, era inmortal y no se iba a morir nunca.

A San Juan según dicen, anciano viejísimo, lo golpearon fuertemente y lo azotaron hasta sangrar como era la costumbre, antes de meterlo en la caldera de aceite hirviendo, desnudo y con los pelos cortados al cero, atizaron bien el fuego pero al meterlo dentro del líquido, en vez de morirse abrasado, aquel aceite se volvió sólo caliente y le curó las heridas de los golpes, saliendo más sano y joven de como entró. Tanto que dicen escribió el Apocalipsis después de aquel baño en aceite hirviendo.

Es cierto que la muralla donde estuvo la famosa Puerta Latina se construyó dos siglos después de este posible martirio. Lo que tampoco quitaría posibilidad a que en realidad aquella sentencia se cumpliera en el mismo lugar, aunque todavía no hubiera puerta ni muralla. Fue San Juan el último de los Apóstoles en morir, y al final su muerte fue por edad, lo cual obligó a la Iglesia a tener que edificar cuando menos un martirio fracasado, pues en los primeros siglos del cristianismo, todos los Apóstoles tenían que morir tiranizados por los malos romanos.

Que sea el patrón religioso de los impresores y de todos los profesionales relacionados con las artes gráficas viene como es lógico tras asentarse el invento de la imprenta. Dicen que en mayo los impresores salían al campo a fabricar la tinta negra (la única que había, con matices de color) mezclado diversas materias y betunes en unas calderas al fuego. El olor es desagradable, y no se podía hacer dentro de los talleres. Betunes, ceras, resinas, aceites, etc. También es patrón de los notarios y los registradores de la propiedad.