29.9.16

Vuelve la comedia política a la parálisis española

Jamás el inmovilismo del presidente del PP, dicen que de nombre Don Mariano, había tenido tan buenos resultados. Y jamás en la historia los delitos de corrupción, han pasado de largo en la lista de responsabilidades del PP de Rajoy, dentro de “su” partido, donde él es amo y señor. Es más, los medios o tertulianos de tendencias progresistas, buscando morbo van de tele en tele, afanados en dejar al pobre Sanchez con el culo al aire.

Ya no es noticia ni pasa factura la podredumbre de los casos Taulas, Púnicas o Gürtel, ni los más recientes en plenas elecciones de los señores Soria, Fernández Díaz, o el caso de Rita Barberá, así como la corrupción de Murcia y Granada. La noticia, hoy, es el acoso y derribo al actual líder socialista.

Pedro Sánchez en una lucha desigual, sigue empecinado en una búsqueda de apoyos imposible con otros partidos para lograr su sueño de un gobierno de Izquierdas alternativo. Hoy, su sueño se torna pesadilla. El descalabro electoral de Galicia y el País Vasco, le han  aislado y acosado.  La mayoría de la Ejecutiva, enfrentada por la celebración del Congreso y Primarias, puede ser la ejecutora del final de su meteórica carrera política.

Sanchez firme en su no a Rajoy, respaldado en su día por la presidenta andaluza y el ex presidente González, hoy estos y parte de la ejecutiva le preparan su salida. Y ahí estamos la pobre ciudadanía, viendo gastar más tiempo y energías en hablar de los problemas, que en enfrentarlos y buscar soluciones. Debates, mítines, elecciones de un alto coste y horas de emisión contando y cantando las bondades de su favorito, al final no valdrá para nada.

Con ese panorama y sin oposición, Rajoy seguirá en su sillón. ¿Seguirá priorizando el apoyo a la banca a cambio de las drásticas reformas económicas y sociales, aumento del IVA, el copago sanitario o reducción de la inversión educativa entre otras?

Decía Mariano José de Larra, político exponente del romanticismo literario español:  “Muchas personas creen que cuando han superado un error ya no necesitan volver a enmendarlo”.

Daniel Gallardo Marin