19.10.16

Luisa Fernanda…, no es sólo el nombre de una zarzuela

Todos sabemos que Luisa Fernanda Rudi, ex alcaldesa de Zaragoza, ex presidenta del Congreso de los Diputados, más tarde del gobierno aragonés y actualmente senadora, nunca ha destacado por su interés en la defensa de lo propio, sea lengua, historia o tradiciones que nos identifican como aragoneses.

Salvo su asistencia a la misa pilarista con traje "regional", por su condición católica y su participación en el rosario de Cristal, podría haber hecho lo mismo en Extremadura o Asturias. Su larga trayectoria y peso en la política estatal, mano derecha de Aznar quien fue su padrino de boda, no sirvió para que Aragón recuperará parte de su identidad, fuesen infraestructuras, usurpaciones o cultura.

Más bien en el caso de nuestras lenguas autóctonas reconocidas en la Ley de 2009 (el aragonés fue lengua predominante en tiempos pasados), se propuso ningunearlas. Y para ello impulsó una ley, para cambiar la denominación del catalán, propio del área oriental por LAPAO, y para el aragonés la  LAPAPYC.

Su obsesión por perseguir todo lo que no sea castellano sigue intacta, aunque ya no tenga mando en plaza. En su delirio, acaba de denunciar que el aragonés, lengua vinculante en lugares con tradición histórica, "solo es una patraña para enchufar al profesorado de CHA".

Según ella, nuestra lengua solo sirve para quitar del paro a los maestros de Chunta. Verdad es que por desgracia, el interés que despierta el aragonés no es abrumador. Pero en algo sí tiene razón doña Luisa Fernanda, cuando dice que los mentores de impartirla son todos  nacionalistas aragoneses, es decir, gente que ama su tierra y su patrimonio artístico y cultural.

Gente que conserva y difunde lo que la historia nos ha dado.

No sé quienes serán estas personas con titulación en filología aragonesa ni me importa. Sólo sé que se merecen un monumento por luchar como titanes contra la mayor desgracia evitable de una sociedad: la persecución ideológica.

¡Ay, señora Rudi si alguien le hubiera cantado  al oído el s'a feito de nuei! Se hubiera enamorado de esta humilde y maravillosa lengua patrimonio de 30.000 aragoneses y de todas aquellas personas que quieran hablarla.

Daniel Gallardo Marin