8.3.17

La mayor empresa de Aragón cambia de dueño

La mayor empresa de Aragón cambia de dueño. Han pasado casi cuatro décadas, desde que GM, la primera empresa multinacional del mundo, anunciara su instalación en Figueruelas. Algunos agoreros se oponían a su instalación, decían entre otras cosas, que la planta fabricaría tanques y se comunicaría con la base americana por un túnel. 

Hoy día, Opel y Aragón son un binomio de dependencia y equilibrio, por su contenido humano, sus efectos productivos y los empleos que directa o indirectamente genera. Para que todo siga igual todo ha de cambiar, y en estos años, generaciones nuevas de trabajadores se han unido, nuevas tecnologías y modelos han cambiado para que esta planta siga siendo la más productiva de las hasta ahora filiales de GM en Europa. 

Sinergia en el éxito también a través de los proveedores de su entorno, estos  suministran los repuestos, para mayor eficacia en tiempo, justo los necesarios en el momento necesario “Just in time”  para posteriormente ser  ensamblados en la planta matriz. 

Ahora las filiales de General Motors en Europa pasa a manos del grupo francés  PSA, y este  cambio ha  sembrado un lógico recelo entre trabajadores, sindicatos  y empresas auxiliares. Mi optimismo nunca me hace levantar los pies del suelo, más allá de las frases tranquilizadoras del presidente de Peugeot, Carlos Tavares. 

La inversión millonaria que se ha realizado en ampliación de naves y la adaptación de líneas de ensamblaje para cuatro modelos, por primera vez, uno ya del grupo PSA, creo que da cierta tranquilidad. El éxito de la operación vendrá por las virtudes intrínsecas de nuestra planta, no tanto por la labor de nuestro gobierno autónomo, más pendiente del jaleo de los presupuestos y ausente en todas las negociaciones de alto nivel, llevadas a cabo. Pero también es cierto que cuando se trata de pedir, sean los primeros a los que recurren estas multinacionales.

Daniel Gallardo