19.3.17

Queremos ser unos pusilánimes con la Avenida Cataluña?

La Avenida de Cataluña de Zaragoza va tomando luz. Y eso es de aplaudir a los vecinos pero también al alcalde Santisteve que ha logrado sin casi hacer nada, mover las tripas del asunto, a costa de poner encima de la mesa del Ministro de Fomento —con receptividad— lo que hasta ahora nadie de nosotros habíamos logrado. En esto, los errores, yo siempre el primero.

Todavía no hay que levantar campanas, sobre todo porque normalmente pesan mucho, pero este es el camino válido en el 2017 (no lo era en el año 2010), y quien no se sume al mismo será recordado como el que puso las últimas piedras ante el carro de las soluciones. No queda otra aunque nos joda a los que no fuimos capaces. Hay que empujar, hay que sumarse, hay que aparecer como actores muy secundarios, aunque hayamos sido los que como albañiles hayamos estado limpiando el campo de mierdas y hierbas.

Hay que pulir lo de los dinericos; nada de asfalto y sí panoja de la de sumar. Hay que demostrar que junto al alcalde de Zaragoza están todos, aunque en despachos marrones nos digamos perro y moro. Y hay que ponerse a trabajar. ¿O acaso es mejor tener asignaturas pendientes, simplemente para poder joder?

Ahora nos toca a los inútiles que no lo logramos, ayudar a los que han dado la luz y todo parece de otro color. Es posible que la fiesta salga algo más cara de lo que se pensaba. Es posible que los aplausos se los lleven otros. Es incluso posible que sea más lento de lo esperado, o que joda reconocer que algunos fuimos unos incapaces temporales, pero en política como en el ajedrez para hacer jaque mate hay que empezar moviendo los peones. 
Todo eso y algo más…, es posible. Pero lo que es INEVITABLE es que hay que empujar. ¿O acaso queremos ser unos pusilánimes que no somos capaz de creernos lo que pregonamos?
Julio Puente