2.10.17

Y ahora qué? Cómo continuamos?

Los acontecimientos sucedidos este domingo me causan una enorme preocupación por la trascendencia para Cataluña y para el resto de las comunidades que de momento formamos el resto del Estado. Se preveía lo que podía pasar porque de aquellos polvos vienen estos lodos.

El gobierno de Rajoy y los gobiernos anteriores no han podido ni han querido, a lo largo de los años, enfrentarse a las ansias independentistas catalanas. Han alimentado su ego a base de ofrecer millones cuando los votos catalanistas en el Congreso servían para apoyar los presupuestos del partido gobernante y no han sabido dialogar con el Govern, quizás porque no solo hablan idiomas diferentes.  

Al catalán no le interesa hablar. Y de esta guisa llegamos al domingo. Con heridos y un espectáculo bochornoso que ha trascendido a nivel internacional. ¿Qué razones ocultas motivan al Govern a montar este plebiscito ilegal, sin la aquiescencia del gobierno central, sin garantías ni control, con urnas en la calle, votaciones en algunos casos en diferentes colegios, papeletas impresas en casa y sin control, más propios de unas votaciones en una comunidad de vecinos?

Esto nunca puede dar valor a los que pretendían dicha consulta. Se puede alegar que lo han impedido las fuerzas del estado, en algunos casos de forma  desproporcionada, pero también reprochable el incumplimiento de los mossos en su deber de impedir llevar a cabo dicha consulta.

Pero en esta tragicomedia hay muchos culpables. ¿Y ahora qué?

Es difícil saber cómo va acabar. ¿Y en ese desastre de unos y otros y con la victoria chapucera del sí, el gobierno catalán proclamara su independencia, o aceptara un nuevo diálogo en el que participemos todos, o seguirá un trato diferencial con más ventajas fiscales y derechos que al resto, porque si es así, yo también para aquí lo quiero?  

Y hablando de aquí, quisiera la misma respuesta demostrada por la unidad de España que para la defensa de nuestros intereses ante el expolio de los independentistas vecinos, o por la desidia del gobierno central manteniéndonos en el furgón de cola.

Decía Leonard Cohen: A veces uno sabe de qué lado estar, simplemente viendo los que están del otro lado.

Daniel Gallardo Marin