14.11.17

Alto Aragón cuartelario y fronterizo

En las conversaciones con mi madre siempre aparece el imaginario del Berdún con destacamento de aviación y soldados durmiendo en mi cuadra –el campo de aviación desde el que bombardeó Bielsa, nuestra fiesta de invierno es Santa Eulalia con Loreto-, también el de la Jaca cortesana con unos 2.000 soldados y 500 en Sabi, a la que mi padre emigró para hacer verdura desde la tierra de navas, de polpa y blanca entre montañas, Navarra.

Los comercios de todas estas ciudades oscenses, de Barbastro y de la propia ciudad de Huesca, se vieron desde Felipe II favorecidos con pocos quebraderos de cabeza de ser lugares con servicios de sisa e intendencia. Mucho más que de atender los picos del turismo estacional de invierno y verano, contra lo que desde Zaragoza se percibe. El ultra conservadurismo del comercio jacetano viene de allí.

Jaca alberga grandes almacenes de fruta y tenía espacios inverosímiles de comercio, como Carasol de Berdún y Casa los Navarros, dos plantas de ultramarinos, donde mis padres se conocieron trabajando. Ahora es un bar en la esquina Zocotín-Bellido.

Recuerdo mucho, en Berdún todavía existen bajo llave, los anaqueles de los comercios en doble piso de madera policromada en gris claro. El de Jaca tenía incluso dos plantas, era una biblioteca de semillas de tomate y especias de Indonesia. Verdaderamente coloniales. Aquellas neveras con puerta de maneta de las que salían cervezas Águila o Skol para llenar porrones de cerveza con gaseosa Landa de Sangüesa, sí, el primo del actor, y calmar sin conseguirlo la picazón del polvillo del salvau de ordio.
Se anuncian inversiones para Huesca ciudad, cómo no. De haber cerrado su cuartel, a reforzarlo y llevar altos mandos. La ciudad está de enhorabuena. Nos alegramos por la revitalización del comercio que supondrá, pero no debemos abandonar una estrategia para la segunda ciudad de Aragón.

A mí me duele y me molesta que su bellísimo entorno periurbano, su hoya, no sea regable a 10 kilómetros del Canal del Cinca. A mí me parece que esta noticia no debe ensombrecer que un desarrollo industrial de Huesca y una ciudad de 75.000 habitantes sea posible. Infraestructuras tiene, por más que se necesite repensar su aeropuerto como se ha hecho con Teruel.

Claro que algo se mueve. Y en la Diputación de Huesca se ha votado moción sobre la apertura del túnel Benás-Luchón. Claro que sí, sería un escándalo en positivo que ese valle, además de su paisaje y de tener la mejor estación del Pirineo, la más bella, fuera permeable y fronterizo.

Pero, como en el caso de los cuarteles, el reverso sería que estos proyectos tienen que empezar, pero adecentar de modo permanente el túnel de Bielsa para consolidar el comercio de Sobrarbe y que Piau sea su estación, preservando su singular geología y creando un espacio virgen único en Europa, y reabrir el Canfranc deben ser los ejes prioritarios.
Conservar, cuidar y reabrir lo que ya existe.

El oscense Bermúdez de Castro y mi compañero de promoción Mario Garcés están trabajando por Aragón, eso es así de objetivamente cierto. El consenso otorgado a nivel estatal por el PSOE ha reforzado también la posición del Gobierno aragonés con CHA para impulsar estos proyectos. A nivel macroeconómico, parece que puede existir otro escenario para la provincia de Huesca. Todo ese dinero que servía para comprar voluntades nacionalistas puede trasvasarse…



Voy con un ripio y una sorpresa positiva:

Alto Aragón que fuiste chusquero y carabinero
En Jaca había dos casinos, uno para el estraperlo
El otro de labradores, de sirvientas, carrilanos
Y gentes de mundo pequeño







03/11 Luis Iribarren