5.11.17

Visiones singulares de Aragón: Tarazona

Visiones singulares de Aragón: Tarazona, ascensor del parque de capuchinos

En muchas ocasiones se producen polémicas teledirigidas por los mass media cuando se renuevan equipamientos urbanos o se introducen elementos arquitectónicos en los cascos consolidados.

A mí, sin embargo, me gustan estas gotas de modernidad que acercan un poco la conservadora Europa al dinámico sky-line de las ciudades asiáticas o norteamericanas, donde todo vale. Lo que da lugar a un eclecticismo ramplón como el de Tokyo. Pero que tiene sus gotas y momentos de finura y/o perversidad urbanística.


Tarazona es una preciosa ciudad-valle desnivelada. Para mejorar la forma de visitarla es imprescindible actuaciones de eliminación de barreras.

Las farolas de Independencia, la controvertida reurbanización por Iñaki Alday de Gran Vía-Fernando el Católico, la carísima pero preciosa estación-escultura de Goya… Son gotas de diseño que de por sí cambian todo un entorno.

Recuerdo la polémica acerca del Proyecto en la Plaza España de Olano-Mendo, Puerta Cinegia. A mí me parecía sobrio y que resaltaba el resto de la plaza. Pero, además, ¿no se nos ocurre pensar que hubo un momento en que la Catedral de Tarazona o su precioso Palacio Arzobispal fueron sus edificios recién construídos?
Determinada arquitectura de última generación revitaliza, además de cumplir su función, el paisaje urbano de pequeñas poblaciones.

Que vinieron a herir la judería o situarse en una huerta extramuros de la ciudad… Es por ello que hoy centramos nuestra atención, como podríamos hacerlo en Teruel con el viaducto, en un elemento arquitectónico funcional pero de moderno diseño, recientemente inaugurado que, a su vez, dará un innegable servicio público necesario. A la cada vez población más envejecida, tanto residente como visitante, de la ciudad del Queiles. El ascensor que ha venido a completar el Parque de Capuchinos.
Mención navideña a los alimentos de Turiaso: cardo rojo y achicoria del Moncayo. Con paté de olivas de su Somontano. A desensebar… O como ideal acompañamiento del ternasco.

Por otra parte, se acercan los tiempos de los excesos y acidez estomacal. Podemos corregirlos con Tarazona como referencia. Haciendo, además, un merecido homenaje a su huerta tan próxima e inspirada por la de la Ribera Navarra. La achicoria y el cardo rojo turiasonenses representan unas posibilidades de menú de verduras únicas en Aragón, a acompañar con el aceite de las almazaras moncaínas, aceite perfumado con aroma a almendras. Estrujado de las oliveras ya plantadas por Roma en la falda del Moncayo..
Olivera en Jarque del Moncayo.

Si viajamos al Somontano del Moncayo, es obligado acompañar la entrada con un Bécquer…

Llegó la noche y no encontré un asilo; y tuve sed ... ¡mis lágrimas bebí!
¡Y tuve hambre! ¡Los hinchados ojos cerré para morir!
¿Estaba en un desierto? Aunque a mi oído de las turbas llegaba el ronco hervir,
yo era huérfano y pobre... El mundo estaba desierto... ¡para mí!

16/10 Luis Iribarren